El ferrocarril Lima-Callao (y los de Chorrillos y Magdalena Vieja).- La convocatoria para su construcción salió en El Peruano el 23 de marzo de 1848; la primera piedra se colocó el 30 de junio de 1850; el viaje de prueba fue el 8 de noviembre de 1850; y su inauguración fue el 5 de abril de 1851, cuando transportó 373 pasajeros; el día 10 ya ascendían a 667. Los empresarios de la ferrovía fueron José Vicente Oyague y Pedro Gonzáles Candamo. Desde que empezó a funcionar se emitieron boletos, pues muchos pasajeros viajaban de “gorrones” y no abonaban el pasaje y viajaban colgados de las ventanas o balcones del tren. En un primer momento, se levantó una estación provisoria en San Jacinto (en la huerta de la Virreina), ya que el tren llegaba hasta el segundo óvalo de la Alameda al Callao. La ferrovía se concluyó cuando llegó a la plazuela de San Juan de Dios (actual Plaza San Martín), cuyo convento devino en estación por casi 50 años. En 1867, Manuel Atanasio Fuentes criticaba la irregularidad en la frecuencia de los trenes al Callao y acusaba a los empresarios de poner horas “aproximadas”, que eran la excusa para hacer esperar a los pasajeros por horas enteras.
Juan Luis Orrego Penagos - Historiador
Juan Luis Orrego: La Guerra del Pacífico - la mediación peruana
Al conocerse en el Perú la ocupación chilena de las salitreras bolivianas, la noticia provocó la entusiasta adhesión de la opinión pública en favor de una inmediata ayuda al vecino humillado y se le exigió al entones presidente, el general Mariano Ignacio Prado, una respuesta rápida, casi de castigo a los chilenos.
Pero el Presidente, más cauto y conocedor como pocos de nuestra inferioridad militar prefirió la negociación. El llamado para efectuarla fue el experimentado diplomático José Antonio de Lavalle, a quien se le encomendó viajar inmediatamente a Santiago y utilizar todos los caminos posibles para evitar la guerra. Los historiadores chilenos sostienen que Lavalle tuvo como único objetivo ganar tiempo para que el Perú terminara de armarse.
Lavalle confiesa en sus "Memorias" que nunca supo la existencia del tratado de 1873, y refiriéndose a su amistad con Manuel Pardo y a sus conversaciones con él cuando estuvo de paso por Lima por esos años, afirma: con el señor Pardo apenas tuve en esos días ocasión de hablar privadamente... Recuerdo sí que una vez estando a su mesa y delante de varias personas, llamé su atención sobre los blindados chilenos que había tenido ocasión de ver en Londres y sobre la inferioridad naval en que ellos nos colocaban respecto de Chile, replicándome Pardo: Yo también he hecho construir ya dos blindados que se llaman el Buenos Aires y el Bolivia. De esto a comunicarnos el tratado del 6 de febrero, hay una gran distancia. Lavalle afirma que el tratado fue firmado cuando estaba en misión diplomática fuera del Perú, y que ni el propio presidente M. I. Prado se lo mencionó al momento de ser comisionado a Santiago.
El historiador y diplomático peruano José Antonio de Lavalle
Juan Luis Orrego: La Guerra del Pacífico - antecedentes
En el litoral boliviano, ubicado en el desierto de Atacama, existían importantes yacimientos de salitre o nitrato de sodio. El salitre por esos años era utilizado en la fabricación de explosivos y como abono en la agricultura. El conflicto se inició cuando empresarios chilenos y capitalistas británicos se dedicaron a extraer y exportar a Europa el salitre de Atacama, aprovechando la casi nula presencia del gobierno de La Paz en la zona.
Enterados lo bolivianos, iniciaron la protesta alegando que la incursión chilena era ilegal ya que su territorio se extendía hasta el paralelo 25°S. Pero Chile, sorprendiendo a la diplomacia de entonces, respondió que sus límites por el norte llegaban hasta el paralelo 23°S. No satisfechos los bolivianos siguieron reclamando su derecho hasta que se apoderó del gobierno de La Paz el dictador Mariano Melgarejo.
Juan Luis Orrego: El asesinato de Luis Banchero Rossi (1 de enero de 1972)
Este exitoso empresario peruano, sin duda el máximo exponente del boom de la industria de la harina de pescado en los años sesenta, había nacido en Tacna en 1929; sus padres eran de origen italiano. Cuentan que, al cumplir los 17 años, su padre quiso confiarle la bodega familiar, pero su madre escribió secretamente a un hermano de ella, Benito Rossi, residente en Trujillo, para pedirle que diera acogida a su hijo Lucho que acababa de culminar la secundaria. Así, Luis viajó a Trujillo para ingresar a la universidad y seguir la carrera de químico-industrial. Era 1946.
Su primer negocio fue la venta de un auto a uno de sus profesores, en la que recibió una comisión de la firma concesionaria. Cuando culminaba sus estudios, tomó la representación para la venta de alcoholes y melaza de la hacienda Laredo. Así se inició en el mundo de los negocios. También entró a trabajar con la firma Manucci, vendiendo lubricantes. Con las ganancias obtenidas, pasó a ser socio de la empresa. Al fallecer Manucci, en 1956, Banchero propone a la viuda y heredera el cambio de sus acciones en los lubricantes por una fábrica de envasado de pescado, perteneciente a Manucci. Las instalaciones se ubicaban en Chimbote.
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